Los gritos del pasado | Serie Los crímenes de Fjällbacka 2/10 | Camilla Läckberg | Maeva (2009) | Novela negra, Policíaca | 422 páginas | Comprar aquí
No obstante, lo más extraño es que junto
al cadáver han aparecido los restos de dos mujeres desaparecidas años
atrás. En aquel lejano caso, el acusado de la desaparición de las dos
mujeres había sido denunciado por su propio hermano. Ahora, será
necesario hurgar en el turbio pasado de estos dos hombres unidos por el
odio... "
Los gritos del pasado es la segunda entrega de la serie Los crímenes de Fjällbacka. Las investigaciones policiales son totalmente independientes, pero la vida personal de los protagonistas sí que sigue un hilo conductor. Ya es decisión de cada uno leerlos en orden o no. En mi caso me gusta leer las series en orden.
En esta ocasión, la novela arranca con el descubrimiento del cadáver de una joven. En el tranquilo pueblo de Fjällbacka no son muy comunes los casos de asesinato, pero el caso se tuerce más aún cuando debajo del cadáver se encuentran restos óseos de dos mujeres desaparecidas 20 años atrás. Y lo más jugoso del asunto es que dos de las familias más problemáticas del pueblo estuvieron involucradas en ese caso del pasado.
Desde el principio de la novela se presentan varios frentes:
- Por una parte acompañamos a los protagonistas, Erica y Patrick, en su vida cotidiana, en su día a día como pareja a punto de ser padres. Están disfrutando de unas vacaciones cuando, por motivos obvios de trabajo, Patrick tiene que regresar a la comisaría. Erica está embarazadísima y no serán pocos los momentos incómodos que tendrá que soportar cuando está a punto de dar a luz, visitas inesperadas y tediosas...
- Por otra parte está la investigación policial propiamente dicha.
- También seremos testigos de los encuentros entre dos jóvenes, Linda y Johan. Que no sería nada raro si casualmente no fueran primos hermanos y sus familias se odian entre sí...
- Las dos partes restantes las protagonizan ambas familias: Gabriel Hult, con su mujer Laine y sus hijos Jacob y Linda; y Solveig, la mujer de Johannes Hult (fallecido hace 20 años) con sus hijos Robert y Johan.
Parece un poco lioso, y de hecho lo es. Pero te acabas acostumbrando a los saltos repentinos de personajes (aunque eso no lo hace más cómodo de leer)
Desde las primeras páginas se van intercalando todas estas perspectivas y veremos como poco a poco todos los caminos que parecen ser independientes, acaban coincidiendo en cierto punto de la trama y se van complementeando entre sí.
El quid de la cuestión en la investigación de Patrick y sus compañeros es averiguar qué relación hay entre el cadáver que acaban de encontrar y el caso que quedó sin resolver 20 años atrás, en el que dos mujeres desaparecieron y aunque nunca se encontraron los cuerpos ni al culpable, la familia Hult estaba en el punto de mira. Gabriel Hult confesó haber visto a su hermano Johannes con una de las chicas el mismo día en que desapareció. Al poco tiempo Johannes se suicidó ahorcado y el caso quedó incompleto por falta de pruebas y testigos.
Patrick comienza a recabar pruebas y pistas y, casualmente, todas ellas le llevan al mismo lugar: a la familia Hult. Tanto la parte de Gabriel como del difunto Johannes. ¿Qué tendrá que ver aquel antiguo caso con el del presente? ¿De qué manera estará relacionada la familia con un nuevo asesinato?
A Patrick le costará horrores averiguar algo, pues aunque muchos indicios señalan a la problemática familia, no hay pruebas concluyentes.
Estamos ante una novela de misterio
al uso, en el que abundan los personajes y la autora juega al despiste
con el lector y hace que sospeches de casi todos ellos. Es una novela con la premisa de una familia enfrentada, separada por el odio entre dos hermanos. Eso ha hecho que con los años tanto sus respectivas mujeres como sus respectivos hijos se odien entre sí.
Dejo para el disfrute del lector descubrir qué pistas van saliendo a la luz, información que va esclareciendo algunas dudas y abriendo caminos...
Me ha gustado la trama en cuanto a los enfrentamientos familiares y los secretos que hay detrás de todos ellos. Empezando por el padre de ambos, el abuelo Ephraim Hult. Parece que todo suma en esta investigación.
Pero ha estado todo demasiado enrevesado para mi gusto. Me explico.
Además de los capítulos excesivamente largos y que los diferentes frentes se entremezclan entre sí llegando a confundir al lector, la trama en sí la he notado muy repetitiva. Me ha dado la sensación de que la autora ha querido rizar demasiado el rizo. Alargar la resolución del caso. La cuestión es que me ha resultado lioso y tedioso en algunas partes.
Aún así, insisto, la investigación no me ha desagradado, pero podría haberla disfrutado mucho más si hubiera sido más fluida.
