Reseña #74: Mr. Mercedes (Stephen King)

 

Mr. Mercedes | Bill Hodges #1 (Trilogía) | Stephen King | Plaza & Janés (2014) | Thriller | 496 páginas | 9788401343117

 

 

 " Justo antes del amanecer, en una decadente ciudad americana, cientos de parados esperan la apertura de la oficina de empleo para reclamar uno de los mil puestos de trabajo que se han anunciado. Han hecho cola durante toda la noche. 

De pronto, invisible hasta que lo tienen prácticamente encima, un Mercedes surge de la fría niebla de la madrugada. Su conductor atropella y aplasta a todos los que encuentra a su alcance. Acto seguido, el coche da marcha atrás y vuelve a arremeter contra ellos. El asesino huye dejando atrás ocho muertos y quince heridos. 

Meses después, Bill Hodges, un policía jubilado que sigue obsesionado con este caso sin resolver, recibe una carta anónima de alguien que se declara culpable de la masacre.

Brady Hartsfield vive con su madre alcohólica en la casa donde nació. Disfrutó tanto de aquella sensación de muerte debajo de los neumáticos del Mercedes que ahora quiere recuperarla.

¿Quién es el cazador y quién la presa?

Bill Hodges:

Policía jubilado.

 

Brady Hartsfield:

Asesino múltiple cuya culpabilidad Bill Hodges nunca logró demostrar.

Ahora vuelven a encontrarse y cientos de vidas están en juego. "

 

      Mr. Mercedes es la primera parte de la trilogía Bill Hodges. Como es sabido, la mayoría de obras del autor son novelas de terror, pero en este caso vamos a hablar sobre el manejo de King con la novela policíaca. Se trata de una trilogía del género thriller (del potente y oscuro...)

Empiezo diciendo que el autor ha construido una novela digna de ser leída, novela con la que cualquier amante del thriller va a disfrutar, asegurado. En lo personal, me encantan las novelas en las que conocemos la mente perturbada de los asesinos, y ha sido todo un gustazo saber que el autor ha ido por ese camino.

 

 

"A la mayoría de las personas les ponen unas botas de plomo en la niñez y tienen que llevarlas ya siempre. Esas botas de plomo se llaman Conciencia. Yo no tengo, y por eso puedo elevarme muy por encima de las cabezas de la gente normal"

 

La sinopsis nos da una pequeña pista de la relación que hay entre ambos personajes. Hodges se retiró hace unos meses, pero toda su vida ha sido inspector de policía. Él estuvo al cargo del caso del Centro Cívico, que terminó cerrándose sin resolver, aunque él nunca lo olvidó. La persona que llevó a cabo ese brutal atentado fue Brady, el famoso Mr. Mercedes, que tras unos meses de saborear su propia gloria, vuelve a sentir la sed de sangre, de poder. Es por eso que le manda una carta a Hodges en su tranquila vida de retirado. Aquí empieza el juego.

Lo peculiar de la trama es que, desde el capítulo 1, sabemos quién es el asesino, por lo que el fuerte de la novela no es descubrir esa incógnita, no es ponerle cara al asesino. El fuerte de esta novela es que conocemos la mente perturbada de Brady, sus obsesiones, su génesis... Sabemos qué piensa, por qué hace lo que hace, qué le mueve por dentro. Igual de importante es la relación entre ambos protagonistas: Mr. Mercedes y Hodges. Las personas que acompañan a ambos protagonistas son personajes de vital importancia de una forma u otra, por lo que merecen mención: Deborah, Jerome, Janey, Holly.

 

"En este mundo nuestro, el mejor (y peor) de todos los mundos concebibles, nada puede descartarse."

 

 
Es una lucha constante que juega con esa dualidad entre el bien y el mal, con esa psicología y mente fría que hay que mantener para enfrentarse a una mente perversa, oscura, obsesiva. Y es que es impresionante cómo una mente de esas características es capaz de actuar en ocasiones con tanta lucidez e inteligencia.

 

A través de las 5 partes que forman la novela, en las cuales avanzaremos en la trama alternando las perspectivas de Brady y Hodges, vamos a ir viendo cómo se desarrolla esta carrera entre ambos, esa cuenta atrás en la que todos los personajes, todos, están con el cuerpo tenso escuchando el tic-tac del reloj, mientras intentan mantenerse cuerdos para poder afrontar su cometido.

 

¿Quién es el cazador y quién la presa?