La mala costumbre de morir | Autoconclusivo | Daniel P. Carazo | Autopublicado | Ficción postapocalíptica | 600 páginas | Comprar aquí
Para Alexis Campoy, cadete adolescente del ejército de la Nueva Mancha, pasarse las noches disparando desde su azotea a los contaminados que se acercan a la ciudad es algo completamente normal. Alexis se contenta con vivir su rutina, dejando los verdaderos problemas al otro lado de las murallas, como hacen todos los demás. Lamentablemente, un solo momento de mala suerte puede hacer que todo esto cambie.
Una calmada noche de primavera se topa con algo extraño; algo que ha estado buscando la Humanidad desde que todo se fuera al desastre. Algo tan importante que pondrá patas arriba su vida, así como el propio futuro del mundo. Un secreto demasiado grande para un simple cadete.
Y, justamente, le tenía que tocar a él..."
La mala costumbre de morir es una novela ambientada en una España futurista en la que la humanidad fue casi arrasada hace décadas durante la Gran Contaminación. El planeta está lleno de infectados, también llamados zetas, y dentro de las ciudades la humanidad se apaña bastante bien. Crean su propio sistema de vida y luchan por subsistir. El ejército se encarga de tareas como proteger a la ciudad ante posibles amenazas de zetas que se acercan demasiado a las murallas.
El protagonista, Alexis, es un chaval que pertenece al ejército de la Nueva Mancha y está acostumbrado a una rutina que le hace vivir de forma automática, sin aspiraciones ni preocupaciones por el futuro.
Una noche está haciendo guardia y cuando estaba a punto de acabar con un infectado, se da cuenta de algo. No es un zeta común, hay algo que lo diferencia enormemente de los demás. Es por eso que Alexis decide no apretar el gatillo e inevitablemente emprende un viaje con este zeta.
¿Un viaje a dónde? Os estaréis preguntando... Pues ese es el quid de la cuestión. Alexis y George emprenden un viaje en el que buscan respuestas, cambios, luz en medio de tanta oscuridad.
No es un viaje corto. Ni fácil tampoco. Ambos pasan por lo suyo y, como es obvio en un mundo postapocalíptico plagado de zetas y humanos muy poco benevolentes, sus vidas correrán peligro en numerosas ocasiones.
No todo será malo, pues en el camino encontrarán personas de luz como Dolores y personajes como Adelita que, sinceramente, me ha robado el corazón. Me encanta que se incluyan peluditos en los libros.
Es una novela que te invita a reflexionar, a pararte a pensar si estamos haciendo bien las cosas. Lanza un mensaje de lucha y esperanza, de autocrítica y crítica social, autoevaluación, autoconocimiento... Pero sobretodo de esperanza e ilusión por conseguir un mundo mejor. Todo ello bañado con un toque de humor que la hace más especial.
No estamos ante la típica novela de zombies. Ellos están ahí, y los humanos acaban con ellos por supervivencia, sí, pero si le das una oportunidad a esta historia descubrirás la gran diferencia que hay con otras novelas del género Z.
Han habido algunos aspectos no me han hecho disfrutar del todo de la novela, como por ejemplo que el protagonista, Alexis, un chaval de tan solo 15 años sea capaz de pasar por toda esta aventura. Estamos ante una ficción y no tiene por qué parecerse al mundo real, pero me ha parecido chocante.
También se me ha hecho un poco pesada la trama en algunos puntos, tal vez he notado un exceso de diálogos internos y descripciones, en alguna ocasión mientras leía echaba en falta diálogos entre personajes.
Por lo demás me ha parecido una novela interesante, diferente, innovadora, con un mensaje muy positivo y esperanzador al que merece la pena darle una oportunidad.
El protagonista, Alexis, es un chaval que pertenece al ejército de la Nueva Mancha y está acostumbrado a una rutina que le hace vivir de forma automática, sin aspiraciones ni preocupaciones por el futuro.
Una noche está haciendo guardia y cuando estaba a punto de acabar con un infectado, se da cuenta de algo. No es un zeta común, hay algo que lo diferencia enormemente de los demás. Es por eso que Alexis decide no apretar el gatillo e inevitablemente emprende un viaje con este zeta.
¿Un viaje a dónde? Os estaréis preguntando... Pues ese es el quid de la cuestión. Alexis y George emprenden un viaje en el que buscan respuestas, cambios, luz en medio de tanta oscuridad.
No es un viaje corto. Ni fácil tampoco. Ambos pasan por lo suyo y, como es obvio en un mundo postapocalíptico plagado de zetas y humanos muy poco benevolentes, sus vidas correrán peligro en numerosas ocasiones.
No todo será malo, pues en el camino encontrarán personas de luz como Dolores y personajes como Adelita que, sinceramente, me ha robado el corazón. Me encanta que se incluyan peluditos en los libros.
Es una novela que te invita a reflexionar, a pararte a pensar si estamos haciendo bien las cosas. Lanza un mensaje de lucha y esperanza, de autocrítica y crítica social, autoevaluación, autoconocimiento... Pero sobretodo de esperanza e ilusión por conseguir un mundo mejor. Todo ello bañado con un toque de humor que la hace más especial.
No estamos ante la típica novela de zombies. Ellos están ahí, y los humanos acaban con ellos por supervivencia, sí, pero si le das una oportunidad a esta historia descubrirás la gran diferencia que hay con otras novelas del género Z.
Han habido algunos aspectos no me han hecho disfrutar del todo de la novela, como por ejemplo que el protagonista, Alexis, un chaval de tan solo 15 años sea capaz de pasar por toda esta aventura. Estamos ante una ficción y no tiene por qué parecerse al mundo real, pero me ha parecido chocante.
También se me ha hecho un poco pesada la trama en algunos puntos, tal vez he notado un exceso de diálogos internos y descripciones, en alguna ocasión mientras leía echaba en falta diálogos entre personajes.
Por lo demás me ha parecido una novela interesante, diferente, innovadora, con un mensaje muy positivo y esperanzador al que merece la pena darle una oportunidad.
~Muchísimas gracias al autor por el ejemplar en digital.~
